12.2.07

Presentación del Faro

Antecedentes

El centro cultural Fábrica de Artes y Oficios Faro de Oriente está ubicado en la delegación Iztapalapa, una de las zonas más pobres y conflictivas de la Ciudad de México (un millón 771 mil habitantes, 87 por ciento de ellos en condiciones de pobreza extrema). La impresionante nave de concreto que lo alberga, obra luminosa del arquitecto Alberto Kalach, sintetiza la naturaleza de proyecto: el Faro es un remanso en medio del abandono.
El Faro de Oriente es una institución de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de México, pensada como una propuesta alternativa de intervención cultural. Su objetivo es brindar una oferta seria de promoción cultural y formación en disciplinas artísticas y artesanales a una población marginada física, económica y simbólicamente de los circuitos culturales convencionales, concentrados en su mayoría en el centro y sur del Distrito Federal.

Principios

El Faro es la combinación de una escuela de artes y oficios, con un espacio cultural de oferta artística importante y una plaza pública. Mediante estos elementos crea una nueva visión sobre el desarrollo cultural, en el cual el acceso a esta clase de actividades se convierta en un acto cotidiano.
El Faro tiene como uno de sus principios la iniciación de la formación estética de cientos de ciudadanos, concepto casi abandonado por las instituciones de educación básica donde la educación artística se encuentra profundamente devaluada. El acercamiento a las artes constituye la base de un conocimiento, que, a la postre, se convierte en parte de los elementos para interpretar mejor los signos de nuestro tiempo. Formar personas con capacidad para la sorpresa y el estremecimiento es fundamental en la construcción de los nuevos ciudadanos participativos y críticos.
Otro pilar del Faro es la gratuidad de los servicios que ofrece. Bajo este principio se evita que la obligación de pagar –aunque fuera una mínima cuota de recuperación- excluya a cualquier persona interesada en recibir educación artística o acceder a las diversas manifestaciones del arte que se ofrecen en la institución. En un entorno excluyente preservamos un espacio que reivindica, en los hechos, la necesidad de que el Estado se comprometa con la educación artística y con el desarrollo cultural y humano.
El Faro también es un proyecto de desarrollo comunitario donde se fomenta la autogestión a través de colectivos artísticos. La comunidad encuentra un espacio para hablar de sí misma, lo que fortalece la confianza y el sentido de pertenencia.
El desarrollo de la democracia en la ciudad ha generado la posibilidad de avanzar en nuevos derechos para los ciudadanos, uno de éstos es el derecho a la belleza, entendido como la posibilidad de acceder con equidad a bienes y servicios culturales. El bienestar se entiende como mejoras en la vida material de las personas, mientras la cultura representa un bien de carácter sensible, fundamental para el ánimo de la ciudadanía. Al Estado le corresponde garantizar, a través de sus instituciones, la distribución simbólica de dichos bienes, a lo largo y ancho de la urbe.

Presentaciones artísticas

Las presentaciones artísticas en el Faro constituyen la posibilidad de que cientos de espectáculos diversos encuentren un público nuevo, ávido de conocer propuestas a las que no han tenido acceso.
El Faro produce alrededor de 150 presentaciones artísticas al año, tanto de música, teatro y danza, como exposiciones de artes visuales o exhibiciones de cine. Tiene tres foros con diversas capacidades y ambientes, además de la enorme plaza pública, una explanada que ha llegado a recibir hasta 10 mil personas.
La institución ha incidido en la formación de públicos al ofrecer espectáculos con calidad estética reconocida, con el apoyo de un número importante de instituciones públicas y privadas de promoción cultural de la ciudad y del país.

Talleres

La formación en talleres libres en uno de los elementos fundamentales del proyecto. El intercambio entre artistas y aprendices es clave en el desarrollo creativo. Aprender haciendo y aprender por el trabajo son modelos que han probado reiteradamente su efectividad. Esta visión pedagógica permite que los alumnos desarrollen libremente sus planteamientos artísticos con base en su experiencia y en sus propias emociones y conflictos.
Cada trimestre cerca de 40 talleres atienden a un promedio de mil 300 personas de todas las edades. Los cursos se clasifican en:
Artísticos y de oficios para personas de 16 años en adelante; de iniciación artística para niños de 6 a 12 años; de desarrollo humano y medio ambiente, para público en general.
Los alumnos más avanzados de las disciplinas artísticas reciben talleres especiales impartidos por artistas de renombre y también se les orienta para que estudien en otros centros culturales, consigan becas y participen en certámenes.

Servicios culturales

El Faro de Oriente ofrece a la comunidad los siguientes servicios culturales:

Galería
Despertar y ampliar las posibilidades del disfrute estético en la ciudad es uno de los principales objetivos de la galería del Faro. Además de presentar exposiciones de artistas reconocidos, ofrece un espacio para artistas y colectivos que carecen de oportunidades.
En el terreno de las artes visuales, la Galería del Faro de Oriente cumple esos objetivos cabalmente. Con 500 metros cuadrados de superficie y una iluminación que confiere grandeza a la obra expuesta, ha mostrado desde 2000 el trabajo de numerosos artistas, con un promedio de 20 exhibiciones cada año.

Biblioteca
Con un acervo de 16 mil volúmenes, una videoteca con 170 títulos y una colección de 100 audiocasetes, recibe a unos mil usuarios cada mes. En ella lo mismo se realizan consultas, que se disfruta de una buena novela, que se investiga en torno a las artes y los oficios. Ofrece el servicio de préstamos internos y externos, previa inscripción. También posee una Plaza Comunitaria Conevyt-INEA, con 10 computadoras, impresora y TV para desarrollar proyectos educativos, tareas escolares y consultas digitales asistidas.

Ludoteca
Con un acervo de 200 juegos y juguetes, atiende a un promedio de 800 personas al mes. En un ambiente familiar, niños y adultos juegan, se entretienen, se retan, se someten al azar y aprenden a tolerarse y conocerse mejor.

Librería Pórtico del Faro
Ofrece libros de arte, literatura y ciencias sociales, así como revistas, música y cine a precios económicos, además de tener un sistema de apartado.

Reconocimientos

El Faro de Oriente ha logrado el reconocimiento de la comunidad cultural, así como de los medios de comunicación especializados.
El proyecto ha sido distinguido en el exterior en dos ocasiones. Fue galardonado con el Coming Up Taller Award 2002, que otorgan el President’s Committee on the Arts and the Humanities, el Institute of Museum and Liberty Services, el National Endownent for the Humanities y el National Endowment for the Arts –Junto con otras agencias, organismos y personas– de Estados Unidos.
Asimismo, la Red Intel de Computer Clubhouse, auspiciada por el Museo de Ciencias de Boston, el MIT e Intel, consideró al Faro candidato ideal para la instalación de un Clubhouse, que es un espacio de creación mediante el uso de software de punta. La inauguración del Clubhouse Faro de Oriente, el 8 de septiembre de 2004, colocó a la institución en una posición de vanguardia, ya que puede ofrecer herramientas creativas que van desde el buril, la palabra o la tinta, hasta instrumentos digitales. Los miembros del Clubhouse, jóvenes de 10 a 18 años, forman parte ya de una red de 90 clubhouses distribuidos en 20 países.

El Faro de Oriente global

El Faro ha desarrollado una relación de trabajo muy productiva con artistas, colectivos, instituciones y organizaciones de la sociedad civil interesados en la difusión de la cultura como una opción de desarrollo, tanto en México como en el extranjero. Este intercambio ha permitido constatar que esta institución es considerada un modelo de gestión cultural, cuyo esquema de trabajo puede diseminarse en poblaciones marginadas urbanas.
La comunidad de artistas del Faro ha entablado en diversas ocasiones diálogo con artistas de otras ciudades y países, en un intercambio necesario para la ampliación de las fronteras y el encuentro con otras culturas.

El futuro del Faro de Oriente

El Faro debe seguir creciendo. Actualmente trabaja a la mitad de su capacidad, por lo que necesita desplegar todo su potencial ampliando su oferta educativa y cultural. Garantizar el futuro del Faro significa abrir espacio para colectivos de creadores que necesitan un lugar para trabajar y exponer; incrementar las opciones de profesionalización para quienes se han formado en este espacio; ampliar las opciones de servicios; mejorar las estrategias de comunicación y conseguir una oferta artística más enriquecedora, entre otros objetivos.
Ante ese panorama, así como el Faro ha representado un modelo alternativo de intervención cultural exitoso, ahora está trabajando para convertirse en un modelo institucional sensible y adaptable para enfrentar las exigencias que le plantean su comunidad y el cambiante entorno cultural.
El futuro del Faro de Oriente pasa por la creación de otros Faros, con el reto de transformarse en un modelo de promoción cultural novedoso y flexible para la población que no tiene acceso al arte y la cultura. A corto plazo, puede convertirse en una vía para que cientos de jóvenes, niños y adultos descubran sus talentos artísticos y en una fuente inagotable de dinamismo y creatividad social. Terminales nerviosas de la ciudad que a la vez que midan el pulso urbano, desarrollen poéticas futuras.

Iztapalapa, Ciudad de México.
Marzo de 2005.

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